martes, 20 de octubre de 2015

Héroes

¿Qué os ha venido a la mente con este título?

Seguro que ya os hacéis una idea sobre de que va a ir esto…

Solo espero que nadie haya pensado en ese tipo de “Héroes famosos” como lo pueden ser en deportes Leo Messi o Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal, Pau Gasol, Alonso, Pedrosa o yo que sé, porque sí, vale, hacen muy bien su trabajo, pero no son el tipo de héroes sobre los que yo escribiría.

Puede que a alguno se le venga a la mente al oír héroe a Nelson Mandela o a Martin Luther King, Gandhi o a Juan Pablo II o a la Madre Teresa de Calcuta. Personas que cambiaron la historia de la humanidad, personas que serán recordadas para siempre por sus hazañas, por sus palabras, por sus actos, por su ejemplo. La historia siempre los recordará y como consecuencia, el mundo entero. Personas maravillosas que se dejaron la vida por ayudar a los demás, personas ejemplares y fantásticas.

Pero seguro que también conocéis a ese vecino del cuarto, que se levanta todos los días a las cinco de la mañana para ir a trabajar y  poder así cuidar de su familia , o a ese amigo que tiene a un hermano en silla de ruedas y se desvive por ayudarlo o a esa chica de clase de la que te enteraste el otro día que trabaja más horas que tu y aún así no se queja y llega a todo o a esa persona que vemos todos los días de camino al trabajo que siempre sonríe. Seguro que todos conocemos a alguien que encaje en ese perfil o parecido. Pues os diré algo que he ido aprendiendo con los años, que esos son los verdaderos héroes. Esas son las personas que día a día con su sonrisa, con su trabajo, con su amor, hacen de este mundo un lugar mejor. Con esto no quiero decir que Martin Luther King o la Madre Teresa de Calcuta no sean héroes o no deban ser reconocidos, al contrario. Pero si quiero dejar claro que estas otras personas, las de nuestro día a día, son extraordinarias aunque no hagan “grandes cosas” aunque nadie nunca escriba sobre ellas ni salgan jamás en la tele, aunque solo las vayan a recordar sus hijos, sus nietos, y con suerte, los hijos de sus nietos. Estas son las personas por las que merece la pena seguir intentando, por las que aún vale la pena creer en la humanidad, porque chicos, sin esta gente, el mundo sería un lugar realmente triste y vacío.
Lo que se puede hacer con una sonrisa y que pocas veces sonreímos…Os propongo que, bueno mejor, os reto a  que hoy, mañana y siempre sonriáis. A ver si sois capaces de sonreír aunque por dentro estéis rotos, porque ahí, amigos, es cuando se demuestra la fuerza y el valor de las personas. Seguiría con este tema, pero ya escribiré otro día (porque creo que me estoy motivando con esto del blog,  aunque aún todo lo que hay sea un poco cutre).

Bueno, sigo. De quien quiero hablaros hoy es de una persona en concreto, de una persona muy valiente que siempre ha estado al servicio de sus seres queridos, que siempre ha sido el primero en ofrecerse a ayudar. Una persona que siempre escucha, te mira, asiente y con una simple frase resuelve todos tus problemas. Una persona trabajadora, generosa y con humor, algo que la mayoría de personas van perdiendo con la edad. Siempre está alegre, sonriendo y ocupado en algo, siempre está haciendo cosas. Pero siempre saca un hueco para ayudarte o simplemente para charlar contigo. ¡Y qué charla! Es lo mejor.

Pero por circunstancias de la vida, ahora está enfermo. Tiene cáncer. Realmente, no sé realmente  hasta qué punto de gravedad, pero la simple palabra asusta.

Sí, es duro. Saber que una de las personas más importantes de tu vida tiene esta maldita enfermedad.
Pero no quiero que os quedéis con eso, porque desde luego, es lo último que él querría que se supiera de él. Él ahora sigue luchando, sigue sonriendo para que su mujer, que después de él es la que más sufre, su hijo, sus nietos y toda su familia estén bien. Sigue con esa especial sensibilización para los corazones rotos, sigue atento a todo el mundo y lo más importante, sigue sonriendo.
Hoy hablaba con él por teléfono y su voz que siempre suena fuerte y despreocupada hoy sonaba débil y arrastrada, pero su esencia seguía. Sigue siendo el mismo, solo que ahora tiene que tirar de carro con las manos atadas, pero ahí sigue, fuerte y sonriendo para seguir alegrando la vida a sus seres queridos. Porque eso hacen los héroes. Hacen felices a los demás aunque ellos no estén en su mejor momento. Puede que ahora mismo no sea el más fuerte, pero te hace sentir fuerte saber que está “bien”. Puede que ahora mismo no sea el tío más gracioso del mundo, pero me ha vuelto hacer sonreír. No sé, creo que su actitud es ejemplar y que todos deberíamos ser un poco más héroes en nuestra vida real. A veces nos pensamos que hacen falta grandes cosas para serlo, pero creedme, en el momento oportuno, una sonrisa, una caricia, un abrazo, un guiño o un beso, pueden salvarte la vida.  




martes, 13 de octubre de 2015

Historia sin final

Esta es la historia de una chica que un día se enamoró.
Se enamoró de un chico que le hacía reír, soñar y sobre todo, le hacía feliz.
Pasaban los días y ella solo podía pensar en él, en lo feliz que era estando a su lado.
Y él igual.
Los dos eran felices juntos. La vida parecía color de rosa.
Hasta que un buen día, llegaron los problemas.
A ella todo le parecía mal y a él todo lo agobiaba.
Llegaron a tal punto que un día casi lo dejaron todo.
Pero no fue así.
Siguió pasando el tiempo y las cosas iban bien, pero no tan bien como antes.
Ella pensaba que no importaba, se conformaba con estar a su lado.
Pero se olvidó de que en el amor la palabra “conformarse” no existe.
Él empezó a dejar de ser el mismo y a hundirse en sus problemas.
Y ella no lo supo ver.
Hasta que un día, un día terrible, llegó un tren y se lo llevó.
Se lo llevó tan lejos que a ella le parecía que su alma se partía en mil pedazos.
Le pareció que todo su amor había dejado de existir….
Ella se dijo a si misma que estaba dispuesta a TODO con tal de recuperarlo, pero debía esperar…

Y ahora no os puedo contar el final de la historia, porque no lo sé.  Me encantaría poder escribir que ella se fue a buscarlo y lo encontró y nunca más volvieron a separarse, o que el regresó y empezaron de nuevo, pero no se cual es final, ni siquiera sé si tendrá un final. Ojala que acabe bien…
En cuanto lo tenga, y para eso me temo que falta mucho, os lo contaré.

No me importa esperar, sobre todo si es para un buen final ;)